El COVID-19 (Coronavirus disease 2019) es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2, un Coronavirus perteneciente al género Betacoronavirus que afecta a los humanos..
A finales del 2019 la OMS comunicó la aparición, en la Ciudad de Wuhan, China, de varias personas con afección respiratoria aguda con neumonía por un virus distinto a los conocidos. La enfermedad se caracteriza principalmente por fiebre, tos, dolor de cabeza, malestar general, neumonía. Si bien la mortalidad de la enfermedad pareciera ser relativamente baja, la misma está aumentada en los grupos de mayor edad.
Se trata de una enfermedad altamente contagiosa por lo que se ha desarrollado una pandemia considerada por la OMS como una emergencia de salud pública a finales de enero del 2020.
La infección se contagia de persona a persona, principalmente cuando hay contacto con las secreciones (como saliva y secreciones que son expulsadas por medio de tos o estornudo). Si bien se trata de una enfermedad nueva, ya que hace 4 meses apenas fue reportada, su distribución, importancia y gravedad ha llevado a que exista mucha información en poco tiempo.
La información presenta una evolución constante, siendo fuentes confiables que podemos recomendar:
- Para responsables de gatos; recomendaciones internacionales: Asociación Internacional de Medicina Felina (ISFM) https://icatcare.org
- Para médicos veterinarios; recomendaciones internacionales: The World Small Animal Veterinary Association (WSAVA) https://wsava.org
- Para médicos veterinarios; recomendaciones nacionales: Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México A.C. (FEDMVZ) https://federacionmvz.org
La trasmisión del virus por tocar superficies contaminadas que son porosas (como los billetes o el pelo de las mascotas) no es tan efectiva como cuando ocurre por superficies lisas, ya que las primeras atrapan al agente viral, dificultando la posibilidad de contraerlo por tocarlo. No se tiene evidencia de que el virus que causa COVID-19 se pueda contagiar a las personas a partir de la piel o pelo de las mascotas.
De acuerdo a informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el riesgo de transmisión de la enfermedad al ser humano es por contacto directo entre personas y no entre animales domésticos y personas, sin embargo, las medidas de higiene deben ser siempre contempladas para evitar la transmisión de otras enfermedades comunes como las parasitarias. No existe evidencia de que los perros y gatos puedan contagiar la enfermedad al humano.
Existen reportes donde a nivel experimental se ha expuesto a los gatos al SARS-CoV-2 y se ha observado que los gatos pueden contagiarse, transmitir la infección a otros gatos y montar una respuesta inmune, lo que puede distar mucho del comportamiento que tendría el virus en una infección natural. En general, a nivel mundial, sólo existen reportes de dos perros en Hong Kong y dos gatos (uno en Bélgica y otro en Hong Kong) que vivían con personas diagnosticadas con COVID-19 y fueron contagiados por el virus.
Si bien el humano puede contagiar al gato, no parece ser algo frecuente; sin embargo, en caso de que el responsable del gato o alguien de su familia humana llega a presentar COVID-19, la recomendación sería tomar con el gato las mismas medidas que se deben tomar para evitar el contagio a los humanos.